El otro día leí que un estudio revelaba que el semen español es de los peores en cuanto a movilidad. Sin embargo, parece ser que es de los mejores en cuanto a fertilidad.
O sea, somos tan vagos que ni nuestros espermatozoides se mueven. Pero ni falta que les hace, por lo visto.
Somos lo que somos, está visto.
Jejeje…
A la “marcheta”, que se dice en Valencia.
Nuestros espermatozoides son tan vagos como nosotros: Hacen bien el trabajo a la primera, manque sea por no repetirlo.
Por cierto, esto parece confirmar la existencia del mito aquel de “me quedé embarazada, pero SÓLO lo hicimos una vez”, ¿no?
A mí estas cosas siempre me recuerdan una anécdota, seguramente apócrifa, que es más o menos como sigue:
Una señora en el médico. Éste le dice que su hija se ha quedado embarazada. Ella dice:
-Habrá sido en la piscina, allí habrá pillado algo, seguro.
Y el médico, que no se puede resistir le dice:
-Sí, señora. Sería en la piscina o en la sauna o en el coche. Pero tuvo que ser follando.